Una de las grandes preocupaciones de los que embotellan legalmente licores es la adulteración. Las bebidas alcohólicas se prestan más que ningún otro producto de los anaqueles para ser copiado debido a su alto valor, sus impuestos y la demanda.

El productor licorero ha obtenido del mercado soluciones para poder disminuir este delito mediante tapas inviolables, sellos de seguridad contraíbles, etiquetas con códigos y hasta etiquetas antihurto. Pero no ha sido suficientemente efectivo.

En la era digital de la inteligencia artificial y las App para todo, han surgido ideas muy interesantes basados en la encriptación. Y desde esa perspectiva estamos trabajando en un sistema que pueda garantizar, en cualquier lugar del mundo, que las botellas que salieron de una planta puedan ser revisadas en cualquier parte, sabiendo los datos de su origen, del embotellado y hasta el destino o región de venta asignada. Información segmentada como abierta para todo público, y privada solo para quien el dueño de la marca o producto desee que tenga acceso. En pocas palabras, hablamos de un Certificado Encriptado De Embotellado (CEDE).

El concepto es ganador, muy atractivo e importante para los industriales y comerciantes correctos, que desean poner en orden y control sus productos, teniendo herramientas accesibles de este tipo. También para los consumidores responsables, que desean sentirse seguros que lo que adquieren y beben tiene la calidad y el origen correcto.

Si quiere saber más, consúlteme cómo implementarlo en su empresa.

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